Los estudios neurocientíficos han demostrado que los circuitos neuronales de la compasión activan la zona motora del cerebro. Esto quiere decir que la compasión te capacita para moverte, activarse, cambiar, aliviar el sufrimiento…
Este concepto nos lleva a tener en cuenta las infinitas aplicaciones en nuestra vida cotidiana y la posibilidad transformadora de nuestras respuestas a todas las situaciones y experiencias presentes y futuras.
La neurociencia de la bondad se centra cuatro aspectos del bienestar como son, conciencia de uno mismo y atención, conexiones positivas con otros, adaptación y propósito y sentido en la vida.
Estudios Contemplativos
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