Hay una frase atribuida al Buddha que de tanto repetirse se ha convertido en un axioma del budismo contemporáneo. La declaración “Yo solo enseño el sufrimiento y la cesación del sufrimiento”. Una variable también dice: “Yo solo enseño una cosa: el sufrimiento y el fin del sufrimiento”.
Pero cuando uno profundiza en el budismo, no hay ni un solo lugar del Canon Pali donde el propio Buddha dijese algo así. La declaración que se le atribuye no está del todo en el Canon, pero la forma en que el original se expresa comúnmente puede ser que presente un error en la traducción. Más bien el Buddha dijo: “En el pasado los monjes, y también ahora yo enseño el sufrimiento y la cesación del sufrimiento”. No hay el “solo” en la oración que se le ha puesto. Y por lo tanto no adquiere el imperativo categórico que se la querido atribuir. Al Buddha no le interesaba solo el sufrimiento. En cada uno de los pasajes en los que se realiza esta declaración, y que se inserta dentro de un contexto especifico, se pone de manifiesto que se refiere a un significado más profundo.
En los miles de suttras que hay atribuidos al Buddha se enseñan muchas cosas más que “el sufrimiento y el cese del sufrimiento”. Por ejemplo, cómo se puede renacer como una naga, una garuda, o un Boddhisattva, como un dragón celestial, o un águila, o como una deidad. El Buddha no renuncia a ninguna pregunta, ni las echa a un lado si no tiene que ver con el sufrimiento y el cese del mismo, sino que da respuestas directas sobre la base de la ley del karma. En el Anguttara Nikaya aparece una visión particularmente rica en diferentes temas prácticos de todo tipo: desde la planificación del matrimonio, hasta el presupuesto.
Distorsiones
Se dice que cuando el Buddha habla siempre tiene la intención de que sus palabras conduzcan al bienestar y la felicidad de aquel que le escucha. Pero sus palabras no siempre están ligadas al tema del sufrimiento ni la cesación del mismo. Insistir en confinar la sabiduría del Buddha a ese tema es reducir drásticamente el Buddhadharma.
Tengo que decir, que durante muchos años… he creído erróneamente que esta declaración era una prueba fuerte de la enseñanza del Buddha: el sufrimiento y el fin del sufrimiento. Pero he aprendido a ver al Buddha desde otra mirada, y eso me ha permitido ver cómo las malas traducciones o interpretaciones lingüísticas de los textos pueden llevar a interpretaciones doctrinales erróneas e incluso a generar nuevas miradas sobre el significado de la filosofía budista. Nuestro entorno contemporáneo de pensamiento disfruta y se vanagloria de reducir complejos sistemas a ideas simples, algo así como eslóganes, frases o consignas, y eso quizás ha contribuido a la distorsión.
No dejo de preguntarme cuántos mitos que hay sobre el budismo y sus orígenes -debido a traducciones erróneas, citas selectivas o teocracia- deberían ser revisados. Muchas personas que se sienten atraídas por la filosofía oriental atribuyen a el Buddha muchas palabras que no son reales. Ya que el Dharma (sabiduría budista) se tiene que presentar con precisión, el ejemplo mencionado anteriormente quizás os demuestre que tenemos que aprender a buscar las citas de las palabras del Buddha. Para asegurar que el Dharma se entiende y se transmite correctamente.
Kocha Pinós Pey
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