Al entender cómo funciona el cerebro, estamos más preparados para comprendernos a nosotros mismos, ayudar a nuestros alumnos y a nuestros hijos. Tanto sea en focalizar la atención en un punto, como aumentar la memoria, concentración o rendimiento.
Lo más probable es que ya sepas que es necesario alfabetizarte en cómo funciona el cerebro. Es imprescindible que tengas en cuenta esto a la hora de enseñar. Cuando presentas los temas a los alumnos ¿comienzas con conocimientos previos o no? ¿Sabes lo que es la neuroplasticidad o las neuronas espejo? Saber nos ayudara a fortalecer las conexiones con los alumnos. ¿Utilizas las inteligencias múltiples a la hora de plantear diferentes estilos de aprendizaje? Sabes que hay diferentes formas de pensar: visual, cinestesico, lógico,… Estas inteligencias merecen la pena que las conozcas, porque es un conjunto de herramientas que están listas para que el cerebro aprenda de múltiples maneras.
Estamos comenzando una edad de oro del aprendizaje, sobre el desarrollo del cerebro en los niños…. Al investigar el cerebro infantil, descubriremos profundas verdades sobre la condición humana, y en el proceso, es muy posible que podemos aprender que es “tener una mente abierta al aprendizaje”, durante toda nuestra vida
Los descubrimientos del cerebro están en construcción, y eso hace que algunos maestros sean muy resistentes a la hora de trasladar los conocimientos al aula. Cualquiera sabe que “el efecto Mozart” no es la panacea. Pero si crees que la neurociencia es demasiado buena para ser cierta, te doy una pista… confía en tu intuición y empieza a usar tu pensamiento critico. No creas nada, practica, investiga y explora
El cerebro como una metáfora
Pídele a un niño que describa su cerebro como una metáfora, y posiblemente te diga que lo ve como una computadora, como una red de comunicaciones ultra rápida. Pero mejor sería pensar quizás que el cerebro es un musculo que se vuelve más fuerte con el uso. Sabemos que el cociente intelectual no es una cosa estática, sino en construcción. De la misma manera que nos hacemos fuerte con el ejercicio, podemos fortalecer nuestras capacidades intelectuales a través del aprendizaje.
Si los niños son capaces de ser entrenados y se les permite esta mirada de crecimiento abierto, la inteligencia crece sin esfuerzo. Los alumnos que tienen una mente abierta, están dispuestos a confrontar desafíos, aprender de los errores, ver las críticas como una oportunidad en lugar de verlas como un motivo de lucha.
Si la inteligencia no es estable, tampoco la mente lo es. Eso es muy positivo, porque podemos aprender y entrenar a través de ejercicios que fomenten la resílencia, persistencia y constancia aquellas tareas que pueden resultar difíciles. Entrenando los músculos de la mente, entrenamos el pensamiento, entrenando el pensamiento entrenamos las emociones, percepciones, sensaciones.
Mente, cerebro y educación son los conceptos clave en los que nos tenemos que alfabetizar. Básicamente empezar comprendiendo:
El cerebro es tan único como el rostro, no hay dos cerebros iguales
Todos los cerebros son distintos, tanto en contexto, aptitudes, neurobiología.
El cerebro cambia con cada experiencia por neuroplasticidad
El cerebro es totalmente plástico
El cerebro tiene capacidad de conectar las informaciones o datos más antiguos con los más nuevos, incluso sin conocerlos en profundidad. Por sincronicidad
Si damos a los niños la oportunidad de aplicar el aprendizaje, especialmente a través de actividades autenticas y personalmente significativas; con evaluaciones constructivas. Los hechos pasan de ser puros datos memorizados a banco de memoria experiencial relacionable. Las neuronas que se activan juntan, se interconectan creando sinapsis de aprendizaje.
Estas actividades cerebrales, suceden de manera única y excepcional en cada ser humano. Al tratar a un niño como “especial” o “atención diferenciada”, le estamos privando de que pueda hacer sinapsis por contexto más profundo. También estamos privando a la clase de aprender de las conexiones de los individuos “neurodiversos”. La neurodiversidad es el valor más importante de la mente, equivalente a la biodiversidad en el Planeta.
La importancia de preparar el cuerpo para preparar la mente
El cerebro como el cuerpo, necesita estirarse, relajarse y ejercitarse. La actividad cardiovascular incrementa el flujo del oxigeno a la sangre, incrementando la capacidad de concentrarse. Hay una relación directa entre el ejercicio físico y el aprendizaje, por eso actividades como el yoga o el tai- chi debería estar al principio de la jornada educativa.
Al cerebro se le entrena cuanto más temprano mejor. Sabemos que todos los niños aprenden mucho antes de ir a la escuela por primera vez. Cuando les cuento a los padres que aprendan de sus hijos, no acaban de comprenderlo. Ahora sabemos que en el cerebro hay 100 mil millones de neuronas durante los primeros 2.000 días de vida. Por eso los inputs que un niño recibe de pequeño son muy importantes.
Si hacemos un scanner cerebral a un niño a medida que su mama le hablar, veríamos como va cambiando su cerebro a medida que escucha una nana, como se mueve al encontrarse con otros, desarrollando conexiones con el perrito o con las plantas. Sería fundamental que los gobiernos invirtiesen en la educación antes de llegar al jardín de infancia. Porque si el niño llega listo para aprender desde la casa, aprende. Amar, hablar y jugar son cosas que los papas pueden hacer desde muy pequeños.
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Koncha Pinós- Pey Ph.D
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